De pronto aparecieron varios delegados y trabajadores, estos últimos se distribuyeron en ambas líneas de molinetes y cuando los delegados les indicaron abrieron las puertas de emergencia. Los delegados invitaban al público a pasar por las puertas. Se presentó el Sr. jefe de línea y los delegados le manifestaron que la medida de fuerza estaba motivada por la falta de reparación del equipo de aire acondicionado de la boletería, dando un plazo de diez días para que se solucione.
El Sr. jefe de línea les respondió que ese tema ya se había tratado con los delegados y se solucionaría al día siguiente con la instalación de un equipo nuevo, y que esta medida de fuerza no tenía sentido. El auxiliar de la estación y las chicas de la boletería no compartían la medida de fuerza por lo que se mantuvieron al margen.
Después de casi tres horas de medida de fuerza o de vender humo, los delegados y trabajadores se retiraron y todo volvió a la normalidad...
Cualquier semejanza con lo acontecido en CARLOS GARDEL el jueves 7 de enero por parte de delegados y trabajadores enrolados en la Unión Tranviarios Automotor es pura coincidencia...
domingo, 10 de enero de 2010
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